Autorretrato: Retrato de una persona hecho por ella
misma.
Son muchos los artistas que se han autorretratado a
lo largo de los años, pues esta técnica de pintura permite escrutarse a uno
mismo de la manera más minuciosa, sin perder detalle del físico de cada uno,
permite conocerse a si mismo. Es la manera más profunda que tiene el artista de
representar una obra.
Van Gogh, Velázquez, Botticelli...son algunos de los
pintores más famosos que han dejado para la posteridad esta forma de expresar
la personalidad de cada uno. En épocas más pintorescas como eran el renacimiento
o el barroco, una de las costumbres del artista era autorretratarse para
reafirmar así su autoría.
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| Autorretrato de Van Gogh |
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| Autorretrato de Velázquez |
El uso del espejo es muy frecuente en este tipo de
cuadros. En la antigüedad incluso el reflejo del rostro en un charco o en un río le valía al pintor para reflejar su cara dentro de un cuadro de grandes
dimensiones.
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| Johannes Gump, Autorretrato |
Una vez hecha esta descripción y acercándonos al
concepto de autorretrato y sabiendo que los grandes pintores en la faz de la
tierra se han autorretratado, nosotros, los alumnos de educación primaria, no
quisimos ser menos. Cogimos lápiz y papel y como si fuéramos el gran Velázquez
empezamos a representarnos a un papel.
Lo que primero dibujé fue mi extensa y grande nariz que
me servía como guía para dibujar ojos pestañas y cejas. Posteriormente traze lo
que serían mis grandes y marrones pupilas, como si fueran a saltar del papel.
Las orejas las tengo de tamaño normal, así que me las dibuje proporcionales a
la cara. En las orejas me detuve un poco más ya que este detalle no me podía faltar.
Mi pendiente colgado del lóbulo de la oreja izquierda. Un pendiente con dos
bolas en el medio y algún trazo abstracto alrededor de ellas.
Continué por el pelo, que lo tenía largo. Como se
suele decir…hacia que no me lo cortaba 2 meses…así que algún rizo que otro se
dejaba ver. La barba, también un poco espesa, la dibuje por encima y por debajo de la boca llegando hasta el pelo, que se encuentran cerca de las orejas. Casi ya terminando dibujé la boca. Fué la parte más difícil del
autorretrato. Ya que mi poca capacidad para dibujar no me dejaba abstraer la
imagen de mi boca y llevarla al papel.
Para terminar dibuje mi cuello aunque no le puse
mucho detalle ya que enfoqué más “la obra” en el rostro. Tampoco se me
olvidaron las líneas horizontales del jersey que llevaba aquella mañana de frío a las 9.00 h. Y así es como quedó.
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| Mi Autorretrato |
Desde entonces pienso
que el hacer un retrato de uno mismo, sin necesidad de saber dibujar también como
el propio Van Gogh, abre una ventana en nuestro cerebro que hace que nos veamos
a nosotros mismos, que refleja la concepción que tenemos de cada uno, nuestra
personalidad, nuestro rostro más particular. Así comprendí como se siente un
artista cuando hace este tipo de trabajo. Ser reflejo de tu propio yo, sin
filtros, sin prejuicios, desnudando tu cara al papel, tu mirada…
IMAGENES:
http://barzaj-jan.blogspot.com.es/2014/02/el-espejo.html
BIBLIOGRAFÍA
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